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Estaba un poco intrigado con el juego este del Animal Crossing, porque casi toda la gente que conozco que juega a esto se acaba viciando. Es un juego sin final u objetivos, de aspecto infantiloide, (por no decir gay) y que transcurre siempre en el mismo sitio. Sonaba a peñazo.
En fin… nos bajamos las ROMs para DS, y vemos que... ¡no hay emuladores de DS dignos! Perfecto.
Así que reculamos a la GameCube, el Animal Crossing original (Animal Forest+ en Japonlandia). Después de desquiciarme con los emuladores de la GameCube, y encontrar las combinaciones de opciones del emulador y del Windows (PXE) que hacen que todo funcione, empieza la aventura. Como la versión PAL europea no rula, pues con la de USA.
A posteriori y hackeando un poco fui capaz de extraer todos los “ficheros” de la imagen del disco. Alentado por este resultado, empecé a trabajar sobre la versión europea, para descubrir que realmente era un cargador con imágenes virtuales de las distintas versiones según el idioma. Extrayendo la imagen en castellano, recortando cabeceras, y parcheando para que fuese como un disco original, pude hacer que el emulador ejecutase la versión en castellano. Digno de ser comentado en algún foro, si no fuera porque soy alérgico a esas cosas.
La versión europea se nota que es posterior. Ligeramente más rápida, cuatro overlays de código en vez de dos, un mapa distinto y algunos cambios menores.
El juego empieza con esos grafiquitos de animalitos hiperpoligonalizados cabezones que ya había visto en fotos. Al darle al Start sale un perro cantautor (Totakeke, también conocido como K.K.; ciertamente le pega) que me dice, básicamente, que quiere que le meta la tarjeta de memoria, que me la quiere formatear, y de paso ponerme un piso en Chueca (bueno, esto último no, pero se lee entre líneas).
Después de eso, empieza el juego. Y empieza en un tren, donde un gato (Rover en inglés, Fran en Castellano) te hace preguntas para determinar tu nombre, el del pueblo y tu sexo (algo que nunca está claro en este juego). Y todo esto para finalmente darme un monigote vestido de rosa (aleatorio, se supone) y con unos cuernos que no le caben por la puerta. Sin embargo, en la versión española me salió con un traje a cuadros rojos y amarillos, muy patriótico; y también con los cuernos del toro de Osborne.
Cuando llegas al pueblucho, ves que unos monos tienen el monopolio del único medio de transporte del pueblo. Pero eso no es nada; el puto amo del pueblo no es ni más ni menos que Tom Nook, un mapache fumado que tiene la única tienda (legal) del pueblo, que controla el sector inmobiliario y el de la construcción, que tiene un logo sospechosamente similar al de Apple, y que sólo va vestido con un mandil. Personaje turbio donde los haya.
Este mismo personaje te vende una chabola de unos 15m2, con su hipoteca, y encima te hace darle todo lo que tienes y trabajar para él (no es que suene mafioso, es que lo es) haciendo recados. Hasta ahora es un simulador cojonudo de la vida real, como bien podéis ver.
Qué más puedo decir de este juego... a los animalitos les gusta escribirse cartas, pescar, buscar fósiles, decir gilipolleces, cazar insectos y agacharse a recoger conchas en la playa cuando tienen a otros vecinos a sus espaldas. Hay un montón de objetos decorativos (léase: inútiles) para poner en la casa, posibilidades de ampliar la misma, diseñarte la ropa (atentos a la sombrilla de pollitos), y todas esas cosas que les gustan a las niñas japonesas de doce años.
Resumiendo: Teniendo en cuenta el potencial corruptor de este juego y el detalle adictivo de que no se puede morir, y de que va en tiempo real, lo guardaré con cuidado con el resto de armas biológicas para cuando los chinos nos invadan.
Z de GameZ - 19/01/2007 14:09:14
Es un juego simplón, infantiloide, y sobre todo... Gay!
Reconócelo, Habi: Te ha encantado, tanto o más que a mí. ¡Tú sólo destripas algo cuanto te gusta de verdad!
Mmmmmmno necesariamente, también destripo lo que no me gusta; o como en este caso, lo raro. No me digas que no da morbo ponerse a trastear una imagen de GameCube sin siquiera haber visto una de lejos.
No obstante, te reconozco algo: al no poder morir y no ir por tiempo, las probabilidades de que me viciase serían altas, si no fuera porque el emulador va a 2 por hora (frames... y casi literalmente) y porque casca al ir a venderle algo al Tom Nook.
Me alegro, así de momento estoy a salvo de la corrupción, como Gandalf rechazando el que le acerquen anillo.
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