Blog | Archivo | Contacto | Administración |
Nació porque no tenía otra cosa que hacer, fue feliz mientras el tiempo y las autoridades lo permitieron.
Y se vistió de todo lo malo; sueños rotos, el ropaje de los ángeles caídos.
Pero renació, cual tamagotchi de sus propios excrementos. Sintió lo bueno, y la luz.
Y la luz le daba señales y calor.
Entendió sin comprender. Era lo que era.
Y así fue por siempre.
-
Post cerrado